Postal de mixtura colorida y textura variada, la ciudad de
Villa Carlos Paz se adueña de gran parte del turismo que recorre
Córdoba, poniendo a su disposición una extensa cartelera en la que el
turismo alternativo se queda con con los adjetivos de placentero, distendido, interesante y renovador.
Dos de las primeras opciones turísticas propias de esta categoría son los
avistajes de flora y fauna, y los apasionantes
safaris fotográficos. Belleza y emoción, el bosque serrano al igual que los pastizales de altura, ofrecen especies vegetales y animales en amplia gama, las que despiertan sensaciones y no pueden sino capturarse con la cámara plasmando el momento en recuerdos de lo vivido.
Quebracho blanco, algarrobo, molle, tala, sombra de toro; arbustos como jarrilla, barba de chivo, lagaña de perro, palo amarillo; y su mayor atractivo verde, las hierbas naturales a muchas de las cuales se les han conferido propiedades curativas, conforman la materia botánica de la región.
En tanto que los mamíferos, anfibios, aves, roedores y más, superan las expectativas hasta del más conocedor, presentándose entre otros: gatos montés y colorado, zorro gris chico, puma, comadreja, hurón, mulita, nutria, quirquincho, yarará, iguana, lagartija, loros barranqueros, urracas, picaflor, zorzal, golondrinas y hasta cóndores.
Contacto con la naturaleza, deslumbramiento de las miradas, diversión y aventura, las
cabalgatas son otra interesante línea de esta propuesta. Desde el corazón mismo de la ciudad en recorridos agradables pero cortos, o por senderos periféricos que cruzan arroyos y ascienden pequeñas sierras, los paseos y galopes tienen como única diferencia la velocidad, y como armonía la perfección paisajística.